Capítulo 13

Max trata de sacarse de encima a Javier. No le gusta nada que sea precisamente él quien adivine sus sentimientos.
--¡¡dejame en paz¡
Javier le agarra del brazo con fuerza:
--¡¡¡¡¡¡Eres un pervertido¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Como la mejor defensa es un buen ataque Max le da un empujón y le dice:
--¡¡aquí el único pervertido eres tú¡ ¡¡¡eres un enfermo¡ ¡¡no sé qué basura tienes en la cabeza¡
Se va muy molesto. Cuando ya está fuera se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡me van a descubrir, me van a descubrir¡ --dice para sí.
Lo que más le sofoca, lo que más le aterra es que según la forma en la que se plantee Franco puede llegar a odiarlo de por vida. No soportaría que pasara con Franco lo mismo que con Javier.
--con él... No. No.
Piensa que tal vez si él le contara las cosas a su manera, de una forma suave sería más fácil que lo entienda que si es Javier quien se lo dice pero no se atreve. Es demasiado arriesgado. Ve a Franco llevando los platos a la mesa. Suspira enamorado.
--No puedo--susurra.
Franco le devuelve la mirada de cariño:
--¿te ocurre algo?
Max le sonríe con cariño. Niega con la cabeza. Siente la mirada inquisitoria de Javier. Eso le pone muy nerviosa. La mesa la ponen Franco y David. Éste va cargado con los platos hacia la mesa. Luzia va a la cocina:
--¿puedo ayudar?
Al pasar por el lado de David le da una palmada en el trasero de él que mira con deseo. David la fulmina con la mirada. Se muestra molesto pero le ha encantado que le toque. Luzia se entretiene en la cocina haciendo como si hiciera algo pero en realidad está esperando a quedarse a solas con su atractivo hijastro.  David se enfrenta a ella.
--¡¡tú quieres conmigo¡¡ --dice brusco.
--¿yo? --pregunta ella con ironía-- que más quisieras tú.
--¡No, que más quisieras tú¡ Se lo diré a mi padre...
Luzia lleva un gran escote. Se pega a David, él centra sus ojos ahí. Luzia se le ríe:
--tu aún eres un niño. No podría hacer nada contigo. Yo necesito un macho y tú no lo eres.
David está excitado y dolido:
--¡¡puta, mi padre te echará de la casa¡
Y Luzia se le ríe en la cara:
--¡a él le encanta coger conmigo, te echará a ti¡ --le advierta ella divertida.
--¡¡No me puede echar... es mi casa¡ --dice él amenazante.
Ella le coquetea,
--nos la podriamos pasar tan bien.
Ella hace que lo va a besar y él está deseando ese beso. Cuando David ya casi roza esos labios que tanto desea Luzia se aparta de él riendo. David se siente humillado y eso le molesta mucho:
--¡¡puta¡ --le dice con desprecio.
En eso momento llega el padre de él:
--que pasa?  ¿¿qué has dicho?
David se lleva las manos a la cabeza. No sabe qué decir. Luzia sonríe divertida. Madrastra e hijastro se miran desafiantes.
--¿¿qué te estaba diciendo? ¿¿¡que le has dicho?¡
Javier padre va mirando tanto a su hijo como a la esposa de éste esperando una explicación.  Luzia abraza a David:
--tu hijo y yo nos estamos queriendo mucho.
--¿en serio?
Luzia mira a David y le guiña el ojo:
--dile... dile que estas encantado conmigo.
David fuerza una sonrisa.
--ahora le da pena contigo pero me lo dijo--Luzia.
El padre abraza al hijo con orgullo
--sabia que no me ibas a fallar.
 Mientras padre e hijo se abrazan Luzia le toca el culo a su hijastro.   David está nervioso, siente un gran odio y un gran deseo hacia su madrastra. Por milesima vez se dice así mismo que no parará hasta acostarse con ella y que la echen. En realidad lo que más desea es tenerla en su cama. El resto es secundario.

La comida es tensa. Franco está al lado de Max. Habla con él con cariño pero Max se pone nervioso ante la presencia de Javier que lo está mirando, lo está condenado como si supiera que está cometiendo el peor de los pecados. Max está ardiendo por la cercania de su hermano. Le encanta que sus piernas se toquen  y pasa mucho miedo. No quiere que Javier lo descubra. Por otro lado Camila está en frente de su esposo. No deja de mirar a Javier. Le da rabia que no le haga caso y es que a éste le preocupa más las intenciones de Max para con Franco. A Camila se le hace raro ver a ese hombre con el que se ha acostado entre la familia. Y lo peor está con David y Luzia. Mientras que ésta le hace cariñitos a su esposo no deja de tocar con el pies los genitales de David. El chico está apunto de explotar. Franco es el que lava los platos.
--espera que te ayudo --dice Javier.
Franco lo mira con mala cara:
--¡¡no... ya me ayuda Max¡
Para Max es un triunfo y para Javier una derrota. Max está encantado de estar a solas con su hermano fregando los platos. Javier está atormentado. Le preocupa lo que pueda estar pasando. Le da rabia que sea el marido de Camila.
--¡¡¿¿como ese maricón puede estar con una chica como ella??¡
Y entra en la habitación dispuesto a preguntárselo. Camila se sofoca al verlo en el cuarto.
--¿¿como tocas sin entrar??
Los dos se miran, se retan. Se besan, hacen el amor.   Es un polvo rápido. Muy rápido. Ni se sacan la ropa. Javier se abrocha los pantalones con rapidez. No le dice nada.
--¿te vas así? ¿no me vas a decir nada? --se queja ella.
Él la mira frio:
--¿que quieres que te diga?
A ella le duele la frialdad de él:
--¡¡Me tomas y me dejas ¿a qué juegas?
éste le da dinero
--no te quejes.
--¡maldito¡ --dice tirándoselo a la cara.
Él se va. Ella llora. Javier en su cuarto llora.
--¡¡me voy a volver loco¡¡¡

Max y Franco lavan los platos tranquilamente.
--que bueno que zafé. Gracias por apoyarme. Encima que me toca fregar que tenga que hacerlo con ese.
--tranquilo para mi es un gusto estar contigo...
Los dos hermanos sonríen.
--¿te parece si esta tarde vamos a la piscina?
--Si aunque no sé si el bañador me irá bien Es el del año pasado..creo que me irá pequeño.
--No creo.
--bueno... marcaré más y volveré locas a las chicas.--dice Franco con ganas.
Max eso es lo que quería. Cualquier excusa es buena para ver a su hermano desnudo, sexy. Lo está deseando. Se pone a cien sólo de imaginarse a su hermano muy sexy con un bañador y su gordo bulto.
--¿te ocurre algo?¿en que piensas?
Max fuerza una sonrisa. Cada vez le cuesta más controlar el fuego que lo quema por dentro.