domingo, 13 de septiembre de 2020

Capítulo 4



Franco está durmiendo totalmente desnudo a su cama. Max lo mira con deseo.

--le podría hacer lo que fuera y él ni se enteraría.

Es un sentimiento el que siente por él que lo atormenta. Se lleva las manos a la cabeza:

--es mi hermano pequeño ¿¿qué me está pasando??

El sentimiento que tiene hacia su hermano desde su cuerpo se está transformando en el de un hombre lo quema por dentro. Aunque ya ha crecido, que ya se sabe controlar mejor tiene miedo a hacer algo que asuste a  Franco. Aunque sabe que es un sentimiento prohibido si supiera si Franco siente como él iría a por todas pero aunque le haga daño, que no le guste,  a Franco lo vuelven loco las mujeres por lo tanto lo que siente por él es imposible en todos los sentidos. Pero no es sólo un sentimiento sexual como le pasó con Javier. Siente algo especial por Franco, una gran ternura y no lo querría lastimar. Le sabría mal que  acabara odiándolo y alejándose de él cómo pasó con su hermanastro. Recorre con la mirada el cuerpo desnudo de aquel chico que apenas deja la adolescencia.

--cómo ha crecido mi hermanito... --dice sonriente con tristeza.

Si no hacía demasiado todavía era un niño ahora su cuerpo es el de un hombre atractivo muy bien formado y que le gusta mucho.

--¡¡basta¡ --dice llevándose las manos a la cabeza en señal de reclamo y apartándose-- ¡es tu hermano y es menor que tú. Tú debes tener cordura, debes parar esto¡

Max sabe que con la mala voluntad que le tiene su padrastro sólo faltaría que supiera que es homosexual y que le gusta su hermano pequeño. Busca al armario una manta y se la pone encima al chico para acabar así con la tentación. Lo mira con ternura especial. Lo acaricia, le da un leve beso a los labios y acaba dejándolo solo. AL entrar su dormitorio su celular suena, tiene un mensaje. Reconoce el número:

--buf., ese pelotudo ¿es que nunca me lo podré sacar del encima??

Borra el mensaje pero enseguida le salen tres más con el mismo texto:

--ya he vuelto de la  Conchinchina¿ahora sí me harás caso?

Si no fuera porqué han pasado tres meses y porque lo conoce piensa:

--¿este idiota será capaz de haber marchar en Conchinchina de verdad??

Está muy excitado. No deja de pensar en el cuerpo desnudo de su hermano. Su aparato genital está a un paso de explotar. Necesita relajarse. Busca una de las películes porno que tiene escondidas porque sabe que Franco a menudo busca algo semejante en su armario. Le deja a la vista las que puede encontrar y esconde las que lo delatarían. No se acuerda del celular y cuando se quiere relajar se oyen más mensajes e incluso una llamada. Se levanta desesperado.

--¡¡este boludo no parará hasta que lo mate!!!

Desconecta el aparato. Pero aunque intenta relajarse masturbandose viendo una buena película porno gay no se concentra y es que el sentimiento que hay dentro suyo por su hermano que duerme en la habitación del lado es demasiado fuerte. Se levanta, se sube los pantalones. Apaga el DVD. Se debe descargar de otro manera. Y aunque la opción de su insistente amigo no le gusta nada en aquel momento es su única opción.

--hola, Diego¿que quieres?...

Diego está muy agitado.

--¡¡no esperaba que me llamaras!

Diego siente algo muy fuerte por Max. Es un sentimiento que éste no puede corresponder.

--Te necesito, he hecho lo que tú me decías. necesito verte¿es que me tengo que suicidar para que me hagas caso??

A Max no le gusta la desesperación de su admirador pero necesita la compañía de un hombre y también le da pena ignorarlo más.

--¿quieres que venga a tu casa ? --pregunta en Diego.

Esto lo acaba de decidir.

--Yo nunca te he dicho dónde vivo.

Max quería evitar que le hiciera un escándalo.

--ya lo sé... pero te seguí.

A Max esto no le hace ninguna gracia:

--¿qué???

--No grites, ya sabes que soy muy sensible y enseguida me pongo a llorar --se queja  Diego.

A sabiendas de que es un error, Max dice:

--¿ahora vengo yo a tu casa.

--¿seguro?

--sí.

--¿seguro?? seguro?

Diego se encuentra demasiado ansioso. Casi le parece un  sueño.

--que si pelotudo--dice Max que ya se ha arrepentido.

Max iba a colgar pero antes el chico le dice:

--mira que si no vienes te vengo a buscar yo...

Max sale de su dormitorio. Se acerca a la de su hermanito pero al estar cerca su corazón late con fuerza y no llega a entrar. Se va a buscar a Diego.



Mientras Javier está encantado tras haber cogido con aquella desconocida. Mientras se abrocha los pantalones la mira con cara de depravado le dice:

--quién eres? como te llamas?

La chica no dice nada.

--no te vayas...  --le ruega él.

Ella sale. Él le va detrás pero una azafata no lo deja acercarse y lo envía a su asiente. Tiene ganas de saber de ella. Aunque de entrada ha sido sólo sexo lo ha vivido de una manera muy intensa y quiere saber algo de aquella chica. Es un hombre libre, quiere dejarle claro a la chica que está disponible para lo que ella quiera.




Max llega a casa de Diego. Este ya salía a buscarlo.

--¿porque has tardado tanto?

Max lo mira molesto:

--no me gusta que me presiones tanto.

--te he dejado tranquilo tres meses, me he ido a  Conchinchina como me pediste...

Max lo mira incrédulo:

--¿en serio has estado Conchinchina ?

--claro tú lo me lo pediste,te he traído un regalo.

Diego le da un paquete pero Max no lo toma.

--¿es que no ves que te envié a la Conchinchina por no enviarte a la mierda, boludo?

--¿ porqué?

El chico pone cara de triste y Max necesita descargar, lo besa. Diego disfruta de aquel beso como si fuera su primer beso. Max se deja llevar por los instinto..Cogen salvajemente. Mientras  Diego cae desnudo en la cama roto del placer. Max se viste a toda prisa. Es muy frío. Diego lo mira fascinado.

--¿no te puedes quedar algo más.?

Sin camisa, se abrocha los pantalones.

--no, hago tarde.

--¿cuando te vuelvo a llamar?.

--nunca. --dice Max tomando  la camisa.

Diego se levanta sorprendido:

--pero... somos novios.

--sólo he cogido. No hay nada más..No me interesa tener nada más contigo. por favor, mi familia no sabe que soy gay. No me molestes.

--pero yo no me quiero ocultar.

--perfecto, no soy el hombre que necesitas.

Max se va sin dar opción de réplica a  Diego que se queda bien triste.

Javier se queda sorprendido porque la chica misteriosa ha desaparecido. Esperaba encontrarla a la terminal del aeropuerto pero no, no la encuentra. Vuelve a casa triste. Todo el mundo lo espera. Su padre ha llegado.

--justo a tiempo... al fin... ya era hora de que volvieras a casa.

Padre y hijo se abrazan. David y Franco abrazan su hermano mayor con cierta distancia. Javier ni los reconoce. Se siente un extraño a aquella casa. Max se ha quedado a un segundo plano. Siente vergüenza del pasado, lo que más le preocupa es que Franco llegara a saber el que pasó con su hermano y se decepcione de él. Los hermanastros se miran fríamente. Este momento era el que más temía Max. Para protegerse de su padrastro, de lo que pudiera decir Javier. Para evitar que Franco  lo odie es que Max decidió callar los posibles rumores.

--que bien que has vuelto--dice  Max extendiendo su mano.

Javier se la encaja. Forzando una sonrisa. Max actúa como si no hubiera pasado nada, algo que sorprende mucho a Javier.

--no conoces a mi mujer, ¿no?

Javier no sales de su sorpresa:

--¿eres casado?

Max sonríe:

--sí, con una mujer muy guapa.

Mira atrás:

--Camila, reina... ya ha llegado mi hermano.

y sale aquella chica con la que Javier acaba de coger. Al reconocerse los dos se sorprenden mucho.

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