domingo, 13 de septiembre de 2020

Capítulo 8



Javier padre se muestra furioso con su hijastro. Lo que pueda estar escondiendo no es una cosa que quiera compartir:

--¡¡no te tengo dar explicaciones de mi vida privada!!

Javier se va de la cocina. Max lo sigue:

--¡yo tengo derecho a saber la verdad!!

El hombre se apresura a volver a su dormitorio. Max da un golpe a la pared. Siente mucha rabia. Se debe resignar.

--No puedo culpar a este imbécil de lo que me pasa.

Sus ojos se llenan de lágrimas:

--mi dolor es culpa mía, yo me lo merezco.

Max sabe que se quiere aferrar al secreto de su padrastro para encontrar algo que le facilitara las cosas con Franco:

--no puedo culpar a nadie de mis frustraciones por no tener lo que quiero porqué lo de Franco  es un imposible... No lo puedo tener. El gran secreto será  que mi madre que fue infiel y eso no cambia las cosas. Franco siempre será mi hermano.

Max vuelve a su dormitorio atormentado. Da unas vueltas a la cama. No dejar de pensar en su hermano, en su ternura, en su cuerpo desnudo. En un momento en el que no  duerme se da que su mujer lo está mirando. Camila quiere saber si está durmiendo, Max se hace el dormido porque si quiere algo de él no tiene ganas de saberlo. Convencida de que duerme, Camila sale en silencio. En silencio entra en el dormitorio de Javier. Éste duerme. Ella se desnuda y se le mete la cama. Javier se despierta porque siente que alguien lo está tocando. Mira sorprendido a Camila:

--¿qué haces  aquí??

Ella lo besa apasionadamente y aunque él la quiere rehusar no puede. Los dos se dejan llevar y hacen el amor. Max está tranquilo solo en el cuarto. Ha llorado su rabia porque vive un amor imposible. Camila está tardando demasiada pero a él le da igual.




Por su parte, David no puede dormir. Siento los gemidos de la Luzia y le da asco y rabia pensar que acostándose con su padre.

--¡con un viejo!! como puede!?! es asqueroso!!

Quiere desahogarse hablando con Franco pero el chico duerme como un tronzo. Se abre la puerta de la habitación. Hay una pequeña luz de un reloj digital, se ve a Luzia saliendo casi desnuda. La ve en sombras pero le produce mucho deseo. Oye que entra al baño, no tarda en escuchar que se ducha.

--¡no puede ser!! no he oído que cerrara la puerta!!

El chico no se puede creer que la chica sea tan descarada como para ducharse sin importarle que alguien la pueda ver desnuda. Se levanta muy agitado:

--¡¡esa puta me va a oir¡¡

Aunque incluso a él mismo se quiere convencer que quiere ofenderla en realidad lo que desea se verla desnuda Anda con prisas, se encuentra en la puerta en dos segundos. No le quiere dar tiempos a marchar. Entra decidido. Está ella de espaldas, él ahí sin nada que lo separe del cuerpo desnudo de la exhuberante negra. El deseo es demasiado fuerte. Ella es a punto de darse la vuelta pero David se esconde. Esto sería demasiado. Está a 100 . Aunque aquella chica lo pone muy nervioso también la desea mucho. Pensar que se ha casado con su padre hace que la odie y quiera disfrutar de ella ni que sea por lastimarla. Se saca el boxer y haciéndose el dormido entra al baño como si quisiera hacer pipí. Se acerca a la taza con su herramienta creciente a las manos. Luzia sonrie, lo mira con deseo. Espera que él entrara pero no que fuera tan directo. Aunque aquel chico le gusta mucho, al menos de cuerpo se muestra molesta:

--¿se puede saber qué haces?? estoy yo¡¡

David la mira. Ella se le muestra desnuda de frente sin el menor asomo de vergüenza. Él está muy muy cachondo y le cuesta muy mostrarse indiferente.

--ah, no te había visto.

Él intenta hacer pipi. La mira de reojo. Ella le mira el culo con deseo. Le gusta agredirlo:

--¿no te da vergüenza pasearté desnudo teniendo entre las piernas una cosa tan pequeña?

David la tiene ya en su punto culminante cosa que a ella excita mucho:

--¿esto te parece pequeño?? --dice él muy provocativo y mostrándosela.

-- la tienes muy pequeña. Nunca vi algo tan ridículo.

Él se siendo mucho herido:

--¡mentira¡¡

con ironía ella le dice:

--si no pasa nada, porqué no eres nada mío..Yo no podría coger con alguien que la tiene tan pequeña.

Ella ríe, él furioso dice:

--mi padre la tiene todavía más pequeña que yo.

Como se  da cuenta que el comentario le molesta y le hace gracia verlo molesto, ella sigue con el tema:

--pero a tu padre le crece cuatro veces más que tú. Lo siento por ti es que la tienes muy muy pequeña y te lo he digo yo que he vistas muchas... pero nunca de tan pequeñas..

David se tapa con las manos. La mira con rabia. En realidad ya la tiene tan dura  que no se la puede tapar pero a  Luzia le gusta molestarlo, excitarlo con movimientos obcenos de boca y cuerpo. Él ya necesita descargar.

--no te tapes por lo que tienes que tapar... --dice  ella con ironía.

Él no se deja hundir, se destapa. Su lanza señala a la chica. Ella está muy excitada. Él entra a la bañera:

--si té la metes en la concha ya verás que no es tan pequeña.

Aunque está muy  caliente ella se hace la ofendida:

--gritaré si no  te marchas.

Con los genitales entre las manos:

--venga, yo sé que te mueras de ganas.

Ella traga saliva está muy excitada. Él sonrie seductor:

--no te quedes con las ganas --dice con sarcasmo-- ¿porque no lo probás? para una puta como tiene hacerle una mamada a un tio debe ser pan comido.

Tampoco quiere aceptar que la chica le gusta, y a él mismo se dice que todo forma parte de un plan que cuando ella la tenga en la boca chillará para que todos sepan la clase de golfa que se los ha metido en casa... Aunque sí le gustaría acostarse con él, aunque necesita una buena cogida, la chica prefiere ofenderlo:

--¿que te hace pensar que quiero coger con un niño teniendo un hombre en mi cama?? --dice ella muy provocativa.

--es un viejo seguro que ni se le levanta  --David con desprecio.

--pero tú seguro que eres virgen --dice ella burlona.

Él la aprieta contra su cuerpo:

--verás que bien que te lo pasarás,  puta.

El chico habla con mucho desprecio y a ella le gusta molestarlo, se lo saca del encima de una patada a los genitales.

--nunca me tendrás... soy demasiada mujer para ti.

Ella se encierra al dormitorio. David se retuerce de dolor.

--¡¡maldita seas!!

Alertado por el ruido, Franco va a ver que pasa. Se encuentra a su hermano desnudo y algo cojo por el dolor genital.

--¿qué ha pasado?

LLeno de odio él dice:

--nada estaba siguiendo un plan para echar a la puta de nuestro padre.

Franco lo mira sorprendido:

--¿en bolas?

--¡¡cogeré con ella para que el padre sepa que se una puta!!

--¡¿qué?¡

David habla con mucho de odio para que su hermano no se dé cuenta que en realidad lo que desea es acostarse con ella porque le gusta y mucho, que no quiere que se marche, que quiere que ocupe su cama.


Javier y Camila han hecho el amor. Ella lo abraza:

--quiero que sepas la verdad de mi matrimonio... yo...

Javier está decepcionado, la cree demasiada fácil. Él se levanta:

--yo también estoy casado, no hace falta que me digas nada --dice él molesto.

--qué? --sorpresa.

--Nadie te lo ha dicho?

La chica se ha quedado de piedra. Javier abre su cartera:

--si me dices tus honorarios...

Camila lo bofetea muy herida y se va. Ella entra a su dormitorio llorando. Javier se abraza al cojín lloroso...



Max es el primero en levantarse. La visión del comedor es muy excitante. David duermo desnudo, Franco en boxers. Los dos se han destapado. Para Max David ni existe, todas sus miradas, todo su deseo es para Franco. Se fija en el gordo bulto genital, se acerca a él. Mira aquel cuerpo, aquel labios que tanto deseo... le gustaría tanto besarlo.





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