Capítulo 7

Franco se abrocha los pantalones. Él y Max siguen en el lavabo. A Max le excita tanto ver su hermano desnudo como vistiéndose ahora que Franco se ha vestido, a Max se le empieza a bajar la erección y ya se encuentra más tranquilo.

--estás mejor, ¿ya se te ha pasado la borrachera? --le pregunta Max muy simpático.

Franco sonríe pero con cierta tristresa:

--sí pero igualmente no creo que mi padre se  diera cuenta, está demasiado ocupado con la puta de su mujer.

Max acaricia la mejilla a Franco:

--tu padre no quiere aceptar que se ha hecho viejo, quiere llamar la atención sin darse cuenta que lo que hace  es el   ridículo. Nosotros lo mejor que podemos hacer es ignorarlo. Te juro que haré lo posible para que  tú y yo podamos ir a  vivir juntos.

--sería genial.

Max le guiña el ojo  y suspira.

--igualmente gracias por todo, gracias por no decir nada a mi padre. Lo último que necesito ahora es que mi padre sepa lo que ha pasado.

Max le pone las manos a cada mejilla.

--confía en mí, siempre estaré contigo. Siempre podrás contar conmigo.

Franco sonrie, Max se derrite. Lo mira con intensidad. Desea tanto besarlo. Se aparta de su hermano sofocado.

--venga, qué te tienes de acabar de vestir, todavía agarrarás un buen constipado.

Max sale del baño a toda prisa. En la puerta se para. Se le escapa una lágrima. Lo que está sintiendo es tan fuerte que le hace daño, siente un dolor que cree que se merece por un sentimiento que nunca habría de haber nacido pero que no puede borrar. Entra en su cuarto, necesita estar solo. No pensaba en su mujer que está sobre la cama y se ha de tragar su llanto. Los dos sienten un gran dolor.


Aquella noche todos están muy alterados y nadie tiene ganas de cena. Max y Camila son dos extraños compartiendo habitación. Se desnudan el uno ante el otro pero se miran con indiferencia. El uno no siente absolutamente nada por el otro. Cada cual se mete en una cama, lo más separado del otro. Son más bien dos hermanos.

--¿has cogido mucho en estos días? --le pregunta él con ironía.

--no tengo ganas de hablar --dice ella triste.

--¿porqué? te ha ido muy mal o demasiado bien?

Aunque sólo ha sido un rato de sexo  la fuerza de la mirada de Javier la tiene cautivada. Le impresiona el hecho que sea su cuñado. Para desviar la atención de su marido pregunta:

--¿y tú?

--pues algo... Parece que tengo más suerte con los machos que  tú --dice él con ironía.

--si tu padre lo supiera... --dice ella con cierto desprecio.

--tampoco creo que le guste saber que te acuestas con cualquiera.¿o te has acostado con él? --dice él con el mismo desprecio.

Ella lo mira molesta:

--tú no me das el que necesita una mujer.

--te doy lo que te prometí... gracias a mí no tienes que volver a coger por dinero.

--¡¡calla!!

No sabe muy bien porqué pero la chica no quiere que Javier sepa que ha ejercido la prostitución.

--llegamos a este acuerdo, yo te mantengo y tú tienes la boca callada.

Con ganas de herirlo  a él dice:

--yo te seguiré ayudando a ocultar a todos que eres gay, nadie sabrá de tu vergüenza.

Con las mismas ganas de herirla a ella, él dice:

--y yo callaré que eres puta porque no me queda demasiado claro si no lo eres puesto que no es más puta la que lo hace por dinero que la que lo hace por vicio.

--¡te odio, un día me cansaré de toda esta farsa!! --dice Camila demasiado triste por el reproche que ha visto a la mirada de Javier,

--cuando quieras acabamos con esto y si tú hablas yo hablo... a ver quienes tiene más cosas para avergonzarse --dice él molesto.

Ella no dice nada. Se da la vuelta, a pesar de todo le gusta vivir con Javier y no se quiere marchar.

Mientras David y Franco, en boxers, se preparan por dormir en la cama del sofá. A cabeza de los dos los hace nada de gracia que los saquen de su habitación.

--huéspedes vinieron que de casa nos sacaron --dice Franco.

--a quien debemos sacar es a aquella puta--dice David con odio-- debemos hacer el que sea por echarla de nuestra casa.

--me encantaría pero no sé cómo... yo creo que cuanto más nos metamos más costará... yo creo que el mejor es esperar que el papa se canse de jugar a tener 18 años y él mismo devuelva a esa puta a la esquina de dónde la sacó...

--esa puta no saldrá de nuestras vidas tan fácilmente... ¿y si se queda preñada??!!

David habla con rabia, casi con celos. No soporta que su padre tenga relaciones sexuales con una joven tan explosiva. A Franco tampoco le gusta nada la chica no le quita el sueño tanto como Al otro. RiE de la salida de su hermano:

--¿preñada?? tú crees que el padre todavía tendría fuerzas por preñar una mina??

--bien, a saber de quien seria --dice con celos.

David se tumba en el  sofá molesto.

--esto es una mierda!! no habrá quien duerma aquí..

--nos debemos resignar... con algo de suerte Javier marcha mañana mismo..

--esto espero, yo necesito mi habitación para estudiar.--David.

A ninguno de los dos hermanos  les hace demasiada gracia la presencia de su hermano mayor a quien casi ni conocen. Javier los ha escuchado y le sabe mal que sus hermanos lo vean como un extraño.

--no sé porque ha tenido que venir ahora... como si no tuvieramos  suficiente con la puta --se queja Franco.

Javier se acerca a ellos. Los dos hermanos se callan, se sienten cohibidos por la presencia del otro.

--¿podemos hablar?

--¿de qué? --dice Franco que ha notado la rivalidad entre sus hermanos más grandes y como es lógico toma partido por Max.

Javier sienta a la cama:

--sé que hemos perdido mucho tiempo pero a mí me gustaría conoceros... --Javier.

--No creo que sea el momento... además... te vas ¿no? --David.

A Javier le sabe mal que los ve distante:

--yo tengo mi vida fuera, pero no sé algún día me podríais venir a ver de vacaciones.

--¡no cuentes conmigo! --Franco.

--yo tengo de estudiar y no tengo tiempo.

--Yo no os quería sacar del dormitorio.pero papá  insistió.

--No pasa nada... te quedas poco tiempo ¿no? --Franco.

Al mayor de los hermanos le da pena darse cuenta que sus hermanos lo quieren fuera de casa y en realidad con Camila en la casa no tiene el menor asomo de prisa al marchar.

--¡qué idiota!! --dice Franco con desprecio más que nada para ponerse de lado de Max.

Javier que se iba retirando lo oye. No dice nada pero le duele sentirse desplazado. Se tumba a la cama, se le escapa unas lágrimas. Le atormenta pensar que ahora la mujer que lo ha impactado está en brazos de otro hombre.

En plena madrugada, Max y Javier padre se encuentran en la cocina. A los dos se los ha dado hambre. El primero va en boxers luciendo un cuerpo muy espectacular. El otro pese a ser viejo y gordo lleva un tanga. Su cuerpo ofrece una visión repugnante. Max lo mira con desprecio:

--¿es que no tienes vergüenza??es que te piensas que tienes 18 años??Das pena¡

Max iba a dejar la cocina pero su padrastre le dice:

--lo que se pasa se que os morís de envidia porqué todavía soy atractivo a las mujeres jóvenes..

Max no puede evitar risa:

--¡Es una puta!

muy molesto el anciano  dice:

--¡para puta tu madre!!

Max lo agarra por el cuello:

--¡en esta casa la única puta que ha entrado es tu mujer!! no te pienso consentir que ensucies la memoria de mi madre ¡¡

--¡te moleste o no tu madre era una puta y lo sabes¡¡

--¿por qué?, porque tanto de odio hacia mi madre? Es que nunca la quisiste??

--¡¡claro que sí y por esto le di mi apellido a su bastardo!! --dice con desprecio.

--¡¡yo no quiero para nada tu apellido!!

--tú y tu madre me habrían de estar agradecidos por lo que hice y en cambio...

Javier no acaba la frase.

--¿¡qué? di lo que ibas a decir?¡

--que Dios la perdone... yo no.

El hombre se quiere marchar pero Max lo agarra del brazo y le dice:

-- sé que lo que te separó de mi madre es algo relacionado con Franco¿qué es? qué secreto hay en torno él?¿no es hijo tuyo? Mi madre te fue infiel?

A Max no le molestaría que su madre le fuera infiel a ese hombre. Lo que le duele es que sean hermanos por parte de madre y eso no tiene arreglo. Sólo saber que Franco no es su hermano lo libraría del tormento de la culpa pero es algo imposible porque son hijos de la misma madre.  Javier mira el chico mucho odió. Se nota que es algo que lo molestó y mucho.